Cómo refinanciar deuda bancaria empresarial con éxito.
Descubre cómo optimizar la estructura financiera de tu empresa, mejorar condiciones de pago y fortalecer la relación con los bancos.
Hola, soy Jacinto Castillo.
Esto es Prestar y Pedir Prestado una publicación sobre financiación corporativa y de real estate.
En España, la refinanciación de deuda empresarial se ha convertido en una práctica cada vez más común y necesaria. Según datos del Banco de España, durante el periodo 2008-2023, más de 15,000 empresas medianas y grandes han tenido que refinanciar su deuda bancaria. Solo en 2023, aproximadamente el 8% de las empresas con deuda bancaria superior a 1 millón de euros se vieron en la necesidad de renegociar sus términos.
¿Por qué la Refinanciación No Es una Señal de Fracaso?
Contrario a la creencia popular, refinanciar no significa necesariamente que una empresa esté en problemas. De hecho:
Adaptación al Ciclo Económico: Aproximadamente el 60% de las refinanciaciones se realizan de forma preventiva, cuando las empresas detectan cambios en su ciclo de negocio o en el entorno económico.
Gestión Financiera Inteligente: Las estadísticas muestran que las empresas que refinancian proactivamente tienen un 40% más de probabilidades de supervivencia a largo plazo que aquellas que esperan a tener problemas serios.
Optimización de Costes: En muchos casos, la refinanciación permite reducir los costes financieros entre un 15% y un 25%.
Las Ventajas de Refinanciar a Tiempo
Las estadísticas del Banco de España muestran que:
El 75% de las empresas que refinancian preventivamente siguen operativas después de 5 años
Solo el 30% de las que esperan a tener problemas graves sobreviven el mismo período
Las refinanciaciones tempranas consiguen mejores condiciones y plazos más largos
Esta es la historia de una empresa que, como tantas otras en España, decidió reestructurar su deuda de forma ordenada. Su caso nos servirá como guía para entender por qué y cómo se realiza una refinanciación bancaria exitosa.
Foto de Clint Patterson en Unsplash
Imagina una empresa que, tras años de crecimiento y expansión financiada con múltiples préstamos bancarios, se encuentra en una situación compleja: tiene que hacer frente a varios vencimientos de deuda con distintos bancos, cada uno con sus propias condiciones y garantías. Esta es una historia real, y a través de su caso, aprenderemos las claves fundamentales de una refinanciación bancaria.
Lecciones Clave que Debes Recordar
En este post quiero hacer al inicio este resumen ejecutivo para intentar mejorar el entendimiento del proceso.
Como siempre, en todo proceso de buscar financiación y/o refinanciar la deuda actual hay que definir un objetivo.
Cuando hablamos de refinanciar deuda de lo que estamos hablando es de transformar múltiples deudas dispersas en una estructura ordenada y manejable. No se trata solo de ganar tiempo o reducir pagos; se trata de crear un nuevo marco de relación entre la empresa y sus bancos y que sea sostenible y beneficioso para todos.
El segundo punto es que tener multitud de bancos es tener multitud de interlocutores, que, aunque en su mayoría quieren lo mismo (que les pagues en tiempo y forma) su forma de interpretar el planteamiento que les ofrezcas, seguro que tendrás matices. Por ello, lo principal es comunicar el inicio del proceso y ordenar a los bancos por exposición de riesgo (lo que te tienen prestado) y de ellos, seleccionar a un máximo de 3/5 bancos para ser los principales interlocutores en las negociaciones y que ellos trasladen hacia al resto de bancos minoritarios el avance de las mismas.
Con esto lo que buscamos es dejarles claro que todos tenemos que ser conscientes que tienen que dejar de lado intereses individuales por el bien común. Esto es un mal necesario, según avance el proceso, los bancos tendrán que compartir entre ellos tanto la estructura de deuda como parte o todas las garantías.
En resumen, hay que equilibrar los intereses de todas las partes: La refinanciación debe dar "oxígeno" al deudor mientras protege a los acreedores.
La teoría es fácil, el “arte” es ejecutar lo anterior y para ello lo mejor es saber como terminan estos procesos, para poder construir de adelante hacia atrás.
Las 5 cláusulas imprescindibles en acuerdo marco de refinanciación
Un acuerdo marco de refinanciación es un contrato suscrito entre una empresa deudora y un conjunto de entidades financieras con el objetivo de reestructurar su deuda, estableciendo nuevas condiciones que permitan su viabilidad a largo plazo. Estos acuerdos de refinanciación tienen 5 grandes cláusulas:
1. Importe de deuda y distribución de la misma en tramos.
El primer paso en toda refinanciación es distinguir claramente entre dos tipos de financiación que responden a necesidades muy diferentes:
Deuda a Largo Plazo: Corresponde principalmente a la deuda existente que se va a refinanciar. Suele incluir préstamos y créditos con vencimientos extendidos
Su objetivo es dar estabilidad financiera a largo plazo
Se amortiza según un calendario predefinido
Deuda de Circulante que es la financiación necesaria para la operativa diaria
Naturaleza revolving (renovable)
Incluye líneas de crédito, descuento, confirming, factoring, etc…
Se adapta a las necesidades estacionales del negocio
A partir de ahí, se puede desglosar la deuda en múltiples tramos según los instrumentos de deuda que la compañía necesite.
2. Aspectos Financieros Fundamentales en una Refinanciación
Una refinanciación exitosa requiere establecer condiciones financieras homogéneas y sostenibles. Los elementos clave son:
Unificación de Condiciones
Tipos de Interés: Se establecen tipos homogéneos por tramo, considerando su naturaleza y riesgo.
Comisiones: Se unifican para evitar disparidades entre entidades.
Garantías: Se comparten proporcionalmente entre los acreedores.
Nuevos Calendarios de Pago
Extensión de Plazos: Adaptación a la capacidad real de generación de caja.
Períodos de Carencia: Tiempo inicial sin amortización de principal para permitir recuperación operativa.
Amortizaciones Escalonadas: Incremento progresivo de cuotas según mejora prevista del negocio.
Compromisos Financieros (Covenants)
Los covenants son compromisos cuantitativos financieros que actúan (i) como sistema de alerta temprana (ii) tienen un exigencia creciente alineada con el plan de negocio y (iii) Promueven el diálogo continuo entre empresa y bancos.
Aquí nos podemos complicar casi hasta el infinito, pero te dejo 2 los principales:
Deuda/EBITDA: Mide la capacidad de repago. (Ejemplo: Año 1: 6.0x → Año 3: 4.0x)
Cobertura del Servicio de Deuda: Asegura liquidez suficiente (Ejemplo: DSCR>1,2x durante todo el período de refinanciación).
Estos covenants se suelen medir periódicamente (trimestral, semestral o anualmente) y tienen consecuencias escalonadas:
Primer incumplimiento: Periodo de subsanación
Incumplimiento reiterado: Incremento de margen
Incumplimiento grave: Posible vencimiento anticipado
Esta estructura de condiciones y compromisos crea un marco de referencia claro para todas las partes, alineando los intereses de la empresa con los de sus acreedores financieros.
3. Estructura de garantías:
Sin aportar garantías a los acreedores, las posibilidades de éxito de la refinanciación disminuyen drásticamente. De forma resumida las garantías se pueden agrupar en 4 tipologías:
Reales Inmobiliarias: Hipotecas sobre bienes inmuebles que requieren tasación oficial ECO, se inscriben en Registro de la Propiedad y tienen un LTV (Loan to Value) típicamente 60-70%.
Garantías Mobiliarias: Suelen ser prendas sobre activos operativos (maquinaria y equipos industriales, se valoración por expertos independientes y se inscriben en el Registro de Bienes Muebles
Garantías sobre Derechos de Crédito, donde se pignoran contratos relevantes con clientes, facturas pendientes de cobro, indemnizaciones de seguros y devoluciones fiscales.
Garantías Personales que principalmente son fianzas de socios principales, Avales corporativos de matriz y garantías cruzadas entre empresas del grupo
Estas garantías se distribuyen entre los bancos según porcentaje de deuda y se establecen tanto mecanismos de compensación entre bancos como protocolos de ejecución coordinada.
En resumen, lo que este sistema de garantías es proporcionar seguridad jurídica a los acreedores mientras se mantiene la operatividad del negocio, creando un marco estable para la refinanciación.
4. Mecanismos de protección para los bancos y obligaciones del deudor.
Los bancos se protegen principalmente mediante dos mecanismos fundamentales: un sistema de mayorías simples o cualificadas del 75% -lo más habitual- para decisiones críticas (vencimiento anticipado, ejecución de garantías y modificaciones contractuales) y un principio estricto de reparto proporcional de todos los cobros según la participación en la deuda. Este último se refuerza con una cláusula de igualación (sharing clause) que obliga a compartir cualquier cobro individual entre todos los acreedores.
El deudor, por su lado, asume dos tipos esenciales de compromisos: financieros y de información. Los financieros incluyen el pago según calendario, cumplimiento de ratios (covenants), mantenimiento del rango de deuda (pari passu) y restricción de garantías adicionales. En cuanto a información, debe proporcionar estados financieros periódicos y comunicar hechos relevantes, permitiendo además el acceso a auditores para verificar su situación.
5. Vencimiento anticipado.
El vencimiento anticipado es un mecanismo legal que permite a los acreedores exigir el pago inmediato de toda la deuda pendiente antes de su vencimiento natural, cuando se producen determinados incumplimientos previamente pactados. Es una medida de última instancia que refleja la pérdida de confianza en la capacidad o voluntad de pago del deudor.
Entre las principales clausulas de activación son impagos a partir de una determinada cantidad, el incumplimiento reiterado de los covenants comentados anteriormente o el inicio de procedimientos judiciales (por ejemplo la declaración de Concurso de Acreedores de alguna de las empresas intervinientes en la refinanciación).
Para su activación se suele requerir aprobación cualificada (mayoría del 75% de acreedores) para evitar acciones unilaterales de bancos minoritarios.
Es una medida que se activa cuando ya no hay más soluciones amistosas con el fin de proteger el valor de la empresa y/o sus garantías y maximizar la recuperación colectiva.
El papel de los expertos independientes en estos procesos.
En estos procesos suelen intervenir al menos 2 expertos independientes: El financiero que valida tanto el plan de negocio como el plan de refinanciación como el legal que es el que valida que todo el procedimiento es correcto en el sentido jurídico.
Os dejo 3 ejemplos recientes de la participación de estos expertos en grandes refinanciaciones:
El Caso DIA (2019)
Experto financiero: PwC
Experto legal: Ramón y Cajal Abogados
Deuda refinanciada: 912 millones de euros
La validación independiente fue clave para conseguir el apoyo de los bonistas y la restructuración de la deuda bancaria.
Refinanciación de Celsa (2023)
Experto financiero: EY
Experto legal: Garrigues
Deuda refinanciada: 2.700 millones de euros
El informe del experto independiente fue decisivo para la homologación judicial del acuerdo.
Abengoa (2019)
Experto financiero: KPMG
Experto legal: Deloitte Legal
Deuda refinanciada: 6.000 millones de euros
Los informes de expertos fueron cruciales para validar la viabilidad del nuevo plan de negocio.
Este proceso de validación externa se ha convertido en un estándar de mercado que profesionaliza y da seguridad a las refinanciaciones. Lógicamente el “nivel” (y la minuta) de los expertos independiente va en relación al volumen de la deuda. Para refinanciar la deuda de una pyme ni hace falta ni las Big Four ni que los grandes despachos legales participen en el proceso.
Conclusión
Las refinanciaciones bancarias, aunque pueden parecer procesos complejos y exigentes, representan la solución más eficiente para empresas que anticipan dificultades en el cumplimiento de sus obligaciones financieras. La realidad del mercado demuestra que las entidades financieras prefieren claramente una refinanciación ordenada sobre la ejecución de garantías, por varios motivos fundamentales.
En primer lugar, la ejecución de garantías suele destruir valor significativo. Las ventas forzosas de activos típicamente resultan en precios muy inferiores a su valor real de mercado, lo que perjudica tanto a los bancos como al deudor. Por ejemplo, en el sector inmobiliario español, las ejecuciones hipotecarias durante la crisis financiera resultaron en descuentos medios del 40-50% sobre el valor de tasación.
Además, los procesos de ejecución son costosos, lentos y dañan la relación banco-cliente. Un estudio del Banco de España indica que los procesos de ejecución tienen una duración media de 30 meses y costes legales que pueden alcanzar el 15% del valor recuperado. En contraste, una refinanciación bien estructurada preserva la actividad empresarial, mantiene el empleo y protege el valor de los activos.
La experiencia demuestra que las empresas que abordan proactivamente sus dificultades financieras mediante refinanciaciones tienen una probabilidad significativamente mayor de supervivencia, tal y como hemos comentado al principio del presente artículo.
Por tanto, aunque una refinanciación requiere un esfuerzo significativo en términos de negociación, documentación y compromisos futuros, representa la alternativa más racional para todas las partes implicadas. Es, en definitiva, un ejercicio de pragmatismo financiero donde tanto bancos como empresas anteponen la preservación del valor a largo plazo sobre el conflicto a corto plazo.
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