Los préstamos SBA 7(a): la vía americana para comprar pequeñas empresas
El mecanismo diseñado para que las pymes puedan cambiar de manos con facilidad.
En Estados Unidos, un ingeniero, directivo de multinacional o emprendedor puede adquirir una empresa valorada entre 2 y 5 millones de dólares utilizando este esquema financiero.
En España, con el mismo perfil profesional, las barreras son considerablemente más altas: los bancos raramente evalúan operaciones de compra de pymes y, cuando lo hacen, exigen niveles de equity, garantías y condiciones de financiación que resultan prácticamente prohibitivos para el emprendedor.
En el artículo de esta semana, además de analizar y comprender el mecanismo utilizado en Estados Unidos, ofreceré al final algún consejo práctico sobre el comportamiento actual de la banca española.
Creo que este punto puede resultar valioso para mantener los pies en el suelo y no malgastar tiempo y recursos en planteamientos que no van a volar con los bancos.
Hola, soy Jacinto Castillo.
Esto es Prestar y Pedir Prestado, una publicación dedicada a la financiación corporativa y de real estate. Gracias, una vez más, por estar al otro lado. Este espacio existe por y para vosotros: entusiastas de la financiación empresarial que, como yo, buscáis descifrar las complejas estructuras financieras que moldean nuestro entorno económico en un mundo que evoluciona a velocidad vertiginosa.
Foto de Mathias Reding en Unsplash
¿Qué es un SBA 7(a)?
Es un préstamo concedido por un banco, pero respaldado por la Small Business Administration (SBA), una agencia federal que garantiza hasta el 75–85% del importe.
La idea es simple:
El banco analiza y emite un term sheet o similar
Si el banco autoriza la operación, la SBA avala,
El comprador necesita menos equity para la compra
Y el vendedor tiene más probabilidades de cerrar la operación.
¿Cómo funciona la aprobación?
Este punto suele generar confusión. La secuencia real es:
El banco analiza primero la operación, igual que haría con un préstamo propio: flujo de caja, plan de negocio, calidad crediticia y antecedentes del comprador…pero no profundiza en las garantías. En este punto su análisis se centra en la capacidad de REPAGO de la operación.
Una vez conforme, solicita la garantía de la SBA para cubrir parte del riesgo.
Hay dos modalidades:
Preferred Lenders Program (PLP): los bancos con estatus “preferred” pueden aprobar en nombre de la SBA y solo notifican después. El proceso es rápido, cuestión de semanas, porque estos bancos “preferentes” suelen ser los grandes bancos americanos.
Standard Processing: si el banco no es PLP, debe mandar toda la operación a la SBA para validación formal, lo que añade tiempo y burocracia, pero es muy efectivo en mercados regionales donde los pequeños bancos tienen mucha llegada en el tejido productivo.
En cualquier caso, el proceso es el mismo: El banco analiza la capacidad de pago del negocio y si es correcta, la institución federal le aporta la garantía.
Term Sheet
Las condiciones habituales de financiación son también muy claras y estandarizadas:
Plazos largos: hasta 10 años si solo compras el negocio; hasta 25 si hay inmuebles.
Equity reducido: basta con un 10% del precio
Garantías: Dependiendo del sector y volumen de la operación a veces el banco solicita aval personal del comprador. Esta garantía es adicional a la de la SBA pero por la información que he estado leyendo, los casos en los que los bancos ha ejecutado a los socios han sido mínimas porque el SBA les ha satisfecho completamente..
Seller note: muy habitual que el vendedor financie un 10-20% adicional, subordinado al SBA.
Vamos a verlo con un ejemplo de la compra de una compañía de 2M€. El origen de los fondos sería:
200k (10%) que pone el comprador
200k (10%) que financia el vendedor
1.600k (80%) que pone el banco, y que a su vez le avale el SBA
Con esos porcentajes, queda claro que este instrumento abre el mercado de compraventa de pymes a perfiles que en España tendrían imposible levantar la financiación.
Además, este sistema ha permitido que florezca todo un mercado de search funds, brokers especializados y banca regional centrados en este tipo de operaciones.
Es lógico.
Cuando existe un vehículo de financiación estable, fácilmente entendible y repetible, nace la industria a su alrededor.
y en España, ¿ qué opciones hay?
Aunque no contamos con un organismo equivalente al SBA estadounidense, esto no significa que financiar la adquisición de una pyme sea imposible.
El primer paso: encontrar el interlocutor adecuado
En este nicho no entran financiadores privados, sólo están los bancos. El primer paso y más fundamental es localizar dentro del banco al responsable especializado en este tipo de operaciones, y créeme, no es tarea sencilla.
Imagínate la siguiente escena: llamas al banco donde llevas años como cliente, explicas que quieres financiación para comprar una empresa de 2 millones de euros, y te derivan al gestor de empresas de toda la vida. Este profesional, acostumbrado a financiar circulante o inversiones en maquinaria, se queda impasible cuando le hablas de adquisiciones apalancadas. Te pide documentación -que no suele tener mucho sentido para este tipo de operaciones- aplica criterios de préstamo tradicional y, al final, te dice que "eso no se puede hacer" o que "necesitas aportar el 50% del precio e hipotecar tus activos inmobiliarios".
Esta frustración la he visto decenas de veces. El problema no es que el banco no tenga capacidad de financiación, sino que estás hablando con la persona equivocada.
Las adquisiciones empresariales normalmente se gestionan desde departamentos de financiación especializada que diseñan estructuras de LBO (Leveraged Buyout o Adquisición Apalancada). Para quienes no estén familiarizados con el término, un LBO es la compra de una empresa utilizando una cantidad significativa de deuda para financiar la mayor parte del precio de adquisición. Los activos de la empresa objetivo o sus flujos de caja futuros sirven como garantía de los préstamos.
Esta estrategia es habitual en las operaciones de private equity, pero aquí nos referimos a pymes tradicionales españolas donde el comprador es un profesional o emprendedor individual. Aunque estos departamentos especializados tradicionalmente no descendían a operaciones menores, tengo constancia de que algunos bancos ya han desarrollado pequeñas estructuras específicas para atender esta demanda creciente.
El reto está en dar con ellos. A veces es el director de la oficina quien tiene el contacto directo, otras veces necesitas llegar a través de asesores especializados o incluso aprovechar tu red de contactos en el sector.
Condiciones actuales del mercado español
Una vez identificado el interlocutor apropiado, es crucial conocer su enfoque de financiación. Según mi experiencia reciente, los bancos españoles muestran mayor receptividad hacia operaciones que cumplen dos requisitos:
1. Empresas con EBITDA estable y demostrable Los bancos priorizan la capacidad recurrente de generar flujo de caja. Y eso lo suelen dar los negocios aburridos y más tradicionales. Una pyme con 1 millón de euros de facturación y 200.000 euros de EBITDA consolidado durante tres años tiene más posibilidades que otra con mayor volumen de ventas pero con un margen Ebitda/ventas errático.
2. Operaciones respaldadas por activos inmobiliarios Si la adquisición incluye nave industrial, local comercial o terrenos, el banco obtiene mayor seguridad y puede ofrecer plazos de 8-10 años (similares a los hipotecarios) frente a los 5-7 años habituales.
Las operaciones que observo actualmente suelen estructurarse de la siguiente manera:
Aportación del comprador: 40-50% del precio, complementado con earn-out o pagos diferidos del vendedor, reduciendo la exposición bancaria por debajo del 50%
Plazo de financiación: 5 años
Garantías estándar: pignoración de participaciones, cesión de derechos de crédito, limitaciones de endeudamiento adicional, cuenta de reserva para servicio de deuda (vamos, las habituales)
Factor diferencial: la presencia de activos inmobiliarios en la operación mejora significativamente las condiciones de financiación
Conclusión: el momento de actuar
La diferencia con EE.UU. no es insalvable, pero tampoco se arregla soñando con un “SBA español” que nunca llega (y me temo que no llegará). Aquí, el partido se juega con otras reglas: menos institucionalización, más negociación directa con el banco.
Y eso implica estrategia. Antes de obsesionarte con la pyme que quieres comprar, empieza por lo básico: construir relación con los interlocutores bancarios correctos. Conocer sus criterios, entender qué no les funciona y qué les da confianza. Ese trabajo previo es la mejor inversión para ahorrarte meses de frustración.
¿Dónde están hoy las oportunidades reales de financiación?
Empresas con caja probada y estable: tres años de EBITDA positivo pesan más que cualquier tasa de crecimiento en el xls.
Operaciones con respaldo inmobiliario: si la compra incluye nave o local, puedes estirar plazos vía préstamo hipotecario.
Estructuras mixtas: equity propio + deuda bancaria + algún pago aplazado al vendedor. El banco tiene que sentir que es el que menos arriesga en el proyecto.
El mercado español de compraventa de pymes está madurando a su manera. No hay garantías públicas como en EE.UU., pero sí hay algún banco dispuestos a financiar si les presentas un caso bien estructurado, con caja recurrente y algo de ladrillo que hipotecar.
El “buy and build” a la española es posible. Solo requiere cambiar el enfoque: menos quejarse de lo que falta, más jugar con las cartas que nos han tocado.
Gracias por leer Prestar y Pedir Prestado.
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